Por Qué las Focas No se Ahogan al Bucear: Un Descubrimiento Científico

Introducción: El Misterio de las Focas, Maestras del Buceo
Un científico de Irlanda del Norte ha desvelado el secreto detrás de la increíble habilidad de las focas para bucear sin ahogarse. El Dr. Chris McKnight, desde la Universidad de St Andrews en Escocia, ha descubierto que estos mamíferos marinos no solo almacenan oxígeno de manera eficiente, sino que poseen un “super sentido” que les permite percibir los niveles de oxígeno en su sangre y evitar quedarse sin aire. Este hallazgo, publicado en 2025, revela cómo las focas han evolucionado para dominar el buceo, un avance que podría cambiar nuestra comprensión de otros animales submarinos.
El Super Sentido de las Focas: Percepción del Oxígeno
El Dr. McKnight, originario de County Antrim, explica que las focas tienen una capacidad única para detectar cognitivamente cuánto oxígeno les queda mientras bucean. “Es emocionante descubrir un aspecto tan fundamental de la evolución de los mamíferos marinos, clave para su vida bajo el agua”, afirma. Este sentido les permite ajustar la duración de sus inmersiones, evitando el riesgo de ahogarse. A diferencia de otros animales, como humanos o perros, que dependen de señales de dióxido de carbono para respirar, las focas ignoran este gas y se guían solo por el oxígeno. Este rasgo las sitúa entre las especies más adaptadas del planeta, junto a morsas y posiblemente aves y reptiles buceadores.
Para entender este mecanismo, McKnight y su equipo estudiaron a seis focas juveniles durante casi un año en la Unidad de Investigación de Mamíferos Marinos de la universidad. Focas como Trish y Oisin buceaban voluntariamente en una piscina para atrapar peces, mientras los científicos alteraban las mezclas de aire con diferentes niveles de oxígeno y dióxido de carbono. Los resultados fueron claros: la duración de las inmersiones aumentaba con más oxígeno disponible, pero el dióxido de carbono no influía. “Estaba bajo nuestras narices todo este tiempo”, dice McKnight, destacando la simplicidad y genialidad evolutiva de esta adaptación.

Cómo las Focas Dominan el Buceo Sin Ahogarse
Los mamíferos marinos ya eran conocidos por almacenar oxígeno en sangre y músculos de forma más eficiente que los terrestres, pero este estudio revela un nivel superior de control. Mientras bucean, las focas “sienten” sus reservas de oxígeno y deciden cuándo regresar a la superficie, una habilidad que les permite pasar la mayor parte de su vida sin acceso al aire. La Dra. Joanna Kershaw, coautora del informe, elogia el trabajo del equipo: “Ha sido fascinante descubrir por qué estas criaturas están tan perfectamente adaptadas a su entorno”. A diferencia de especies sensibles al dióxido de carbono, las focas priorizan el oxígeno, lo que las hace únicas entre los buceadores naturales.
En humanos, la necesidad de respirar surge cuando el dióxido de carbono se acumula, no cuando el oxígeno escasea, lo que limita nuestras inmersiones a minutos. Las focas, en cambio, pueden bucear hasta 30 minutos o más, gracias a esta percepción avanzada. Este contraste resalta su evolución para la vida marina, un tema que podría aplicarse a pingüinos o tortugas marinas, aunque aún falta investigación.
Implicaciones del Descubrimiento: Más Allá de las Focas
Este hallazgo no solo ilumina la biología de las focas, sino que abre preguntas sobre otros animales buceadores. ¿Podrían especies como el cormorán o la iguana marina usar un sentido similar? McKnight sugiere que esta adaptación pudo ser clave en la transición de mamíferos terrestres al océano hace millones de años. Es un recordatorio de cuánto nos queda por aprender de la naturaleza; si lográramos replicar este control en tecnología submarina, como sensores para buzos humanos, el impacto sería revolucionario.
Las focas estudiadas, como Trish, no solo mostraron inteligencia fisiológica, sino también personalidad; algunas preferían bucear más tiempo por peces específicos, un detalle que añade encanto a esta investigación.
El Futuro: ¿Qué Nos Enseñan las Focas en 2025?
El trabajo de McKnight posiciona a las focas como modelos de adaptación extrema, con lecciones para la ciencia y la conservación. En un mundo donde el cambio climático afecta los océanos, entender cómo estas criaturas prosperan sin aire podría inspirar avances en biología y tecnología. “Es lógico pero asombroso”, dice McKnight, y su equipo planea explorar si este super sentido se extiende a otros mamíferos marinos. Por ahora, este descubrimiento celebra la resiliencia de las focas, verdaderas maestras del buceo que no temen las profundidades.