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¿Es posible abrir una puerta de avión en pleno vuelo? La ciencia tiene la respuesta

avion volando

Imagina que estás en un avión a 10.000 metros de altura. De repente, alguien se levanta y corre hacia la puerta de emergencia. ¿Podría abrirla y causar una catástrofe como en las películas? Quédate hasta el final, porque la respuesta te sorprenderá y te hará sentir mucho más seguro la próxima vez que vueles.

¿Cómo funcionan las cabinas presurizadas en los aviones?

Los aviones comerciales vuelan muy alto, entre 9.000 y 13.000 metros, donde el aire es tan delgado que no podrías respirar. Para que los pasajeros estén cómodos, las cabinas presurizadas mantienen una presión similar a la que hay a unos 2.400 o 3.000 metros sobre el nivel del mar. Esto se logra con sistemas especiales que bombean aire dentro del avión.

Pero aquí está el dato clave: la presión atmosférica afuera es mucho más baja que adentro. Esa diferencia crea una fuerza invisible que mantiene las puertas selladas como si fueran paredes de acero.

¿Por qué es imposible abrir una puerta de emergencia en vuelo?

Abrir una puerta de emergencia de un avión en pleno vuelo no es como abrir la puerta de tu casa. La presión dentro de la cabina empuja la puerta con una fuerza de hasta 3,6 kilogramos por cada centímetro cuadrado. Si multiplicas eso por el tamaño de una puerta típica (alrededor de 1 metro por 2 metros), estamos hablando de toneladas de peso. ¡Ni un campeón de levantamiento de pesas podría con eso!

Además, las puertas modernas tienen sistemas de bloqueo automático que solo se desactivan cuando el avión está en tierra o a baja altitud. Así que, incluso si quisieras intentarlo, la tecnología te lo pone aún más difícil.

El diseño ingenioso de las puertas de avión

Las puertas de los aviones no solo dependen de la presión. Están diseñadas para encajar hacia afuera, lo que significa que la fuerza de la cabina presurizada las empuja contra el marco. Es como si intentaras sacar un tapón gigante mientras alguien lo empuja desde el otro lado. Este diseño, combinado con cerraduras electrónicas, hace que abrirlas en el aire sea una misión imposible.

¿Qué pasaría si alguien lograra abrir la puerta?

Aunque es casi imposible, imaginemos por un segundo que ocurre. Si una puerta se abriera a 10.000 metros, la despresurización de la cabina sería instantánea. En menos de un segundo, el aire saldría disparado hacia afuera con tanta fuerza que arrastraría todo lo que no esté atado: revistas, bolsos e incluso personas.

Luego vendría la hipoxia por altitud. Sin suficiente oxígeno, te quedarías sin aire en unos 18 segundos y podrías desmayarte. Por suerte, las máscaras de oxígeno caerían del techo automáticamente. Estas te dan unos 10 minutos de aire, tiempo suficiente para que el piloto baje el avión a una altura segura, como 3.000 metros, donde ya puedes respirar normalmente.

vistas desde el avion mientras vuela

Un dato curioso: ¿cuánto resiste un avión?

Los aviones están construidos para soportar emergencias. En simulaciones, se ha visto que incluso con un agujero pequeño en la cabina, el piloto puede controlar la situación y aterrizar sin problemas. Así que una puerta abierta no significa el fin del mundo, pero sí un momento de mucho susto.

Casos reales que alimentan el mito

¿Ha pasado alguna vez? Sí, pero no como en las películas. En mayo de 2023, un pasajero en un vuelo de Asiana Airlines abrió una puerta de emergencia de un avión a solo 200 metros del suelo, justo antes de aterrizar. Hubo pánico, pero nadie salió volando porque la diferencia de presión atmosférica era mínima a esa altura.

En cambio, a gran altitud, no hay registros de puertas abiertas en vuelo en aviones comerciales modernos. La seguridad de los aviones está tan bien pensada que estos incidentes son rarezas, no riesgos reales.

¿Por qué no debes temer a las puertas de emergencia?

El cine nos ha hecho creer que un loco podría abrir una puerta y acabar con todo. Pero la ciencia y la ingeniería dicen otra cosa. Las cabinas presurizadas, los bloqueos electrónicos y el diseño de las puertas aseguran que nadie, ni el más fuerte ni el más terco, pueda abrir una puerta de avión en vuelo.

Además, las tripulaciones están entrenadas para manejar cualquier problema, desde pasajeros inquietos hasta fallos técnicos. Así que, la próxima vez que veas esa puerta de emergencia al subir al avión, relájate: está ahí para ayudarte, no para asustarte.

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